Aprobación del Pabellón y Escudo Nacional en el Tercer Congreso reunido en el templo de la Encarnación el 25 de noviembre de 1842, bajo la presidencia de don Carlos Antonio López.
Óleo sobre lienzo de Guillermo Ketterer pintado en 1957.

lunes, 19 de diciembre de 2011

CARLOS MARTÍNEZ GAMBA, poeta de la historia paraguaya


Carlos Martínez Gamba, Villarrica, 13/02/1939 – Puerto Rico, Misiones, 21/04/2010, poeta y narrador. Comenzó cultivando la poesía en guaraní paraguayo, inspirado en los cuentos y otras narraciones orales que perduran en la cultura popular paraguaya.  Su admiración por esa oratura desató en él la intención de registrarla, pero esa oralitura  la realizó en género poético. Su primer poemario titulado Pychãichi aparece en 1970. Los cuentos orales de Pychãichi son hechos protagonizados por el niño desvalido pero avivado que atraviesa la historia social del Paraguay.  Siguió con el poemario Pláta Yvyguy en 1971, y concluye su primera etapa poética con Níño árape guarã purahéi (villancicos), en 1974.  En 1971 realiza un giro copernicano en el género literario que cultiva, porque descubre la posibilidad de producir cuentos en guaraní y escribe el primero: Hógape ojevýva karréta nandi rehevéma (Buenos Aires, 1972) e inmediatamente después Ikakuaaharépe ojevýva rembihasakue, ipy’atarovarãnte (Buenos Aires, 1973).  Estas obras son consideradas como las primeras narraciones artísticas de ficción que se produjeron en el guaraní paraguayo.

Después de un largo periodo de abandono de la poesía e intenso cultivo de la narrativa, volvió a la poesía con Yvytimbo timbokue en 1999, Guyraretã en 2002 y Toguekúi Yvy’aty en 2009.  En el año 2002 sale también a la luz su inmenso poema épico titulado: Ñorairõ Ñemombe’u Gérra Guasúrõ guare, Guaraní Ñe’pu Joapýpe (Crónicas rimadas de las batallas de la Guerra Grande, en guaraní); romancero de vasta envergadura que narra la guerra del Paraguay contra una Triple Alianza de sus vecinos, impulsada y solventada por el imperialismo inglés, guerra que duró 5 años, y produjo el exterminio de la población paraguaya.  M Gamba narra en lacerantes versos toda la historia de aquella guerra desigual, batalla por batalla, incluyendo los hechos y episodios más importantes. Esta obra viene a constituirse en la Ilíada y la Odisea paraguaya; un libro desgarrador que ningún paraguayo bien nacido puede leerlo sin emocionarse hasta las lágrimas. Por esta obra se le otorgó el Premio Nacional de Literatura en el 2003. Con inmenso orgullo recibí su dedicatoria a mi persona del capítulo más heroico de esa guerra, la del sitio de Pirivevúi, donde la población civil ejerció la resistencia hasta el último aliento; me lo dedicó porque supo que nunca pude leer ese capítulo sin derramar lágrimas.

Martínez Gamba es un poeta de formación clásica y de estilo libre. Pocas veces se aparta del verso con métrica y rima, pero su poesía es quebrada y difícil en razón de que por lo general sus rimas son asonantes.  Aterriza de vez en cuando en el campo de la poesía Rubendariana, aquella de los versos libres, pero solamente llevado por su intención de causar impacto. Él es un artista de la palabra convertida en artificio; un inventor de frases inesperadas; un renovador del lenguaje poético tradicional dentro del mismo esquema tradicional. 

Como lo tenemos dicho, más que poeta laureado en vida con el Premio Nacional de Literatura, Martínez Gamba es el padre de la narrativa paraguaya en guaraní.  El citado reconocimiento no se le ha dado por aquellos primeros cuentos ni por la serie de cuentos cortos y largos que produjo durante el lapso de 25 años (1971-1996) sino por el poemario referido.  Es verdad que antes que él fueron escritos algunos cuentos tales como: Kavaju Sakuape de Narciso R. Colmán en 1930 y Ñane rtã Cu’i cuemí de Basiliano Caballero Irala, en 1971. Estos son los precursores de la cuentística. Pero es Martínez Gamba el que produce la narrativa de ficción en serie y en serio. Publicó dos colecciones de cuentos: Jagua Ñetũ’o en 1989 y Amangy Yvyty ári en 1996.  Este autor irrumpe en el ámbito literario con el propósito decidido de inaugurar la narrativa de ficción como género literario, usando el guaraní paraguayo, y lo logra porque consigue instalarlo e interesar en la narrativa a los escritores jóvenes.   Es así como inaugura un nuevo capítulo del arte literario en el Paraguay. Antes de él los paraguayos que escribían en guaraní cultivaron solamente la poesía. Durante más de 100 años nuestro idioma popular produjo sólo poesía. Detrás de Martínez Gamba nos hemos lanzado varios escritores a producir cuentos, e incluso, llevado por el entusiasmo, yo fui motivado a escribir la primera novela en lengua guaraní, publicada en 1981: Kalaíto Pombéro, la primera novela en lengua de América.

Incursionó también en la investigación lingüística y cultural. Tomó contacto con los indígenas Mbya-guaraní de Misiones, Argentina e indagó y recopiló una buena parte de sus cantos sagrados.  Como fruto de esa investigación publicó: Ayvu Rendy Vera (El canto resplandeciente) en 1991. Por la forma en que se dieron estos hechos literarios históricos y por el reconocimiento pleno de mi parte, de que Martínez Gamba es mi precursor, inspirador y maestro, el mismo debe ser considerado también como precursor de la novelística.

Pero la dimensión de Martínez Gamba no se agota en la literatura. Tal vez, como decía Flores, su mayor mérito no esté en lo literario sino en su conducta ciudadana, porque es un paraguayo que se jugó por la dignidad de la patria durante la larga dictadura; se jugó por sus ideales políticos y sociales, por su gente, por su pueblo; sufrió el ostracismo, el desarraigo, la persecución;  y hallándose en esas condiciones aportó el fruto de su talento con el cual engrandeció al Paraguay.  José A. Flores dijo en su última carta a la juventud paraguaya: “Pienso que mi mayor legado a la juventud de mi patria no es la Guarania, sino mi esfuerzo por mantener su dignidad; esa dignidad que vengo sosteniendo –como dice nuestra más patriótica condecoración– “venciendo penurias y fatigas”. Y parafraseando a nuestro músico mayor digo: tal vez el mérito literario de Martínez Gamba, siendo inmenso como lo es, sea pequeño ante su esfuerzo por sostener la dignidad del Paraguay.

                                             Diciembre de 2011

Extraído de mi libro "La Poesía Guaraní del Siglo XX"

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